“Tendencias desviacionistas” en Irán

27/May/2011

La República, Egon Friedler

“Tendencias desviacionistas” en Irán

COLUMNA
25-5-2011 Egon Friedler
A pesar de las múltiples noticias acerca del convulsionado Medio Oriente, con nuevas masacres en Siria, una guerra civil estancada en Libia, disturbios anti cristianos en Egipto y un ascenso alarmante de fuerzas islamistas anti democráticas en los países de la Primavera Árabe, Irán sigue estando en el primer plano de la atención internacional. En los últimos días Teherán anunció haber desarticulado una red de espías presuntamente controlados por las embajadas de Estados Unidos en los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Malasia, lo que fue interpretado por algunos analistas como un intento de desviar la atención de la disputa entre el presidente Ahmadinejad y el guía supremo, Ali Khamenei. Lo cierto es que el enfrentamiento en la cúspide del poder está llegando a un nuevo punto crítico.
El principal rival de Irán por la hegemonía en el mundo árabe y musulmán, Arabia Saudita, celebra esta puja como signo de debilitamiento del régimen de la revolución islámica. De ello da cuenta un artículo del columnista y hombre de negocios saudita Hussein Shobokshi en el diario panárabe “Asharq Alawsat” de Londres (21.5.2011). Vale la pena citar los fragmentos clave del artículo:”Ahmadinejad ha perdido prácticamente todas sus batallas. El ha aumentado el número de sus enemigos en el mundo árabe, ha incrementado la magnitud de las sanciones impuestas a su país y ha provocado nuevas hostilidades entre sus vecinos de los estados árabes del Golfo. Más aún, Ahmadinejad provocó una vehemente ola de rabia popular luego de los resultados de las elecciones presidenciales de 2009, en las cuales los vencedores fueron acusados de haber falsificado los resultados. Esto provocó una ola de tormentosas protestas masivas en diferentes partes del país que llevó a un distanciamiento entre el guía supremo y el pueblo”. Luego de una minuciosa descripción del proceso de creciente enfrentamiento entre Ahmadinejad y sus partidarios y el poder clerical, el columnista saudita llega a una conclusión tajante: “La carrera política de Ahmadinejad se encuentra en sus últimos días. No caben dudas al respecto”.
Muy distinto es el enfoque de otro columnista del mismo diario :el iraní Amir Taheri, que vive en Europa, es un periodista de talla internacional, autor de 11 libros traducidos a 20 idiomas, y uno de los analistas mejor informados del mundo sobre Irán. A diferencia de Shobokshi, que describe las distintas fases del conflicto entre los dos líderes y sus partidarios, Taheri describe su trasfondo y sus motivaciones. Luego de analizar con ironía el lenguaje críptico utilizado por el “establishment” clerical para describir a sus enemigos, señala que los dardos lanzados por la prensa oficialista conservadora contra los representantes de “tendencias desviacionistas” en realidad tuvieron como blanco a Esfandiar Mashai, el jefe de gabinete de Ahmadinejad, considerado como una especie de gurú espiritual del presidente. ¿ Cuáles son sus pecados? Al parecer, el asesor cercano de Ahmadinejad pretende que los clérigos vuelvan a las mezquitas, que Irán revalorice su herencia preislámica y cultive su nacionalismo en detrimento del islamismo militante.
Pero en opinión de Taheri, lo que se trata de presentar como una disputa ideológica es en realidad un conflicto por dinero. Ahmadinejad, aparentemente pretende recuperar para el Estado estructuras armadas por el clero para aumentar su poder y sus recursos. La estrategia del presidente, presumiblemente armada por Mashai, es debilitar esas estructuras y recuperar fondos públicos canalizados hacia ellas, para el Estado. En un caso las “tendencias desviacionistas” obtuvieron el control del presupuesto cultural, que llega a 40 millones de dólares, y trataron de utilizarlo para reparar monumentos antiguos, organizar festivales artísticos y financiar producciones de películas y obras de teatro. Después de un duro enfrentamiento, el “guía supremo” logró el control de casi la mitad del presupuesto, que será distribuido entre los clérigos con “propósitos religiosos”.
En otro caso, la “tendencia desviacionista” cerró compañías controladas por Mojtaba, un hijo del “guía supremo”, destinadas al desarrollo de un proyecto inmobiliario en la isla de Kish. El gobierno trajo a inversores iraníes-norteamericanos para ayudar a poner en marcha el proyecto.
En otro caso, la “tendencia desviacionista” creó una asociación pública-privada para obtener el control de Iran Khodro, la más grande fábrica de automóviles del país. Muy comprensiblemente, amigos del guía supremo del mundo de los negocios estuvieron furiosos.
La “tendencia desviacionista”ha generado nerviosismo entre los aproximadamente 200 individuos que deben unos 50 mil millones de dólares a bancos del Estado. Muchos de esos deudores son clérigos poderosos cuyo apoyo es crucial para el mantenimiento del liderazgo de Khamenei. Algunos clérigos, muy favorecidos hasta ahora por el régimen, ven que sus privilegios comienzan a desvanecerse. Un ayatollah que monopolizaba la importación de azúcar se ha tenido que resignar a quedarse con la mitad de sus ingresos porque el resto fue transferido a una compañía gubernamental. Otro ayatollah debió ver como su cuota de importación de trigo desapareció cuando el gobierno comenzó a comprar más trigo, pagándolo a un precio más alto a campesinos locales.
¿Cómo va a terminar este enfrentamiento? Aunque la mayoría de los observadores apuesta a una derrota de Ahmadinejad nadie puede estar seguro del resultado. Lo único seguro, es que sea cual sea de las dos élites conservadoras la que resulte ganadora, el pueblo no será el beneficiario.